julio 22, 2009

Documento aportado por el Frente Social por la Soberanía Popular de Zacatecas

ESCENARIO INTERNACIONAL
En el siglo pasado a raíz de diversos acontecimientos, entre ellos, a la irrupción de la revolución científico-técnica, en los años setenta y a finales del siglo con la desaparición del campo socialista, los Estados Unidos emergieron como la única y más poderosa potencia económica y militar que haya existido en la historia.
Este poderío imperial le permitió a través de diversos mecanismos imponer un comercio internacional todavía más desigual y desventajoso para los países pobres como el nuestro; un premeditado endeudamiento externo inmoral e injusto, con lo que las economías subdesarrolladas terminaron endeudadas y en crisis. Estados Unidos, entonces asumió el papel de salvavidas y utilizando sus instrumentos financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), comenzó a prestar para poder pagarle, a condición de que se establecieran medidas de política económica y social de carácter neoliberal. Es decir, eliminando cualquier restricción a la entrada de sus mercancías o a la inversión de sus capitales.
Esta modalidad adoptada por el capitalismo en el mundo en el último cuarto de siglo –la globalización neoliberal- no es un acto de creatividad ni una muestra de audacia, sino que constituye la forma que corresponde a un capitalismo senil en crisis, tiempo en que todas las contradicciones del sistema se agudizan y auguran su final cercano. Es una etapa en la que el imperialismo se exacerba, se torna más voraz e insaciable; más contaminante y destructor de la Naturaleza y de sus recursos, más devastador de la Vida en todas sus formas; más agresivo contra los Pueblos todos, del mundo, véanse los casos de Afganistán, Irak, Palestina, Líbano, y los amagos a Irán, Corea, Siria, Venezuela, Cuba… El imperialismo se vuelve amenazador para la Civilización, más que nunca, para los frutos de la Cultura Universal y de las Culturas particulares de los pueblos; más peligroso para la Humanidad toda.
Todas las contradicciones que ha generado el sistema capitalista mundial se dan en esta etapa de una manera más aguda que antes: la contradicción entre las potencias imperialistas y los pueblos que luchan por su liberación; la que se da entre el imperialismo y la clase trabajadora de los países imperialistas, y la interimperialista, entre sus distintos focos de poder, hoy sobre todo Estados Unidos y la Unión Europea, que se disputan el dominio del mundo. El imperialismo toma hoy el carácter de enemigo fundamental de la clase trabajadora y los pueblos del mundo, con mayor nitidez que nunca.
No obstante, las fuerzas más regresivas del imperialismo y sus lacayos, retoman rasgos de la época del fascismo en muchos lugares del planeta; ejercen el terrorismo de Estado; suprimen libertades y derechos democráticos, individuales y colectivos, fruto de largas luchas históricas; acentúan conductas de feroz anticomunismo; inhabilitan organizaciones de lucha, comunistas y progresistas; criminalizan las luchas y a los luchadores populares; califican de “terroristas” a los emancipadores y revolucionarios y a gobiernos de países que asumen posturas dignas y antiimperialistas; promueven la xenofobia y el racismo.
La lucha de clases tiende a agudizarse en el escenario del mundo cada vez más. Se incrementa y crece en su importancia la batalla de las ideas. Crece asimismo la movilización de los pueblos del mundo contra el neoliberalismo, en su calidad de expresión actual del imperialismo; también la lucha contra las guerras que desatan el imperialismo y el sionismo, y la lucha en defensa de las libertades y los derechos individuales y sociales.

AMÉRICA LATINA
En América Latina, es particularmente notable la tendencia ascendente de la lucha por la Segunda y Definitiva Independencia de nuestros pueblos, en nuestros días.
Históricamente el imperialismo norteamericano ha visto a América Latina y el Caribe como zona de exclusivo dominio. Sin embargo, hace cinco lustros, como parte de la globalización neoliberal, lanzó una nueva ofensiva para acrecentar su hegemonía. Lo hizo con el fin de fortalecer su posición en la lucha interimperialista en la arena mundial; también persiguió por ese medio nutrir su economía en crisis, a costa de la sobreexplotación y el saqueo de las nuestras; quiso asegurarse el abasto de energéticos –petróleo, gas, uranio-, y fortalecer su política belicista.
En nuestros días, sin embargo, la clase obrera y sus aliados en la lucha contra el imperialismo en América Latina y el Caribe experimentan una importante fase de ascenso. Luego del triunfo y la consolidación de la Revolución Cubana, la que más ha logrado avanzar hacia su independencia es la Revolución Bolivariana de Venezuela, que está viva y vigente. Es un proceso que se ha ido radicalizando a un ritmo vertiginoso, acentuando cada vez más su carácter antimperialista, y que hoy en día ya explora el camino hacia su reorientación al socialismo y empieza a dar pasos concretos en esa vía.
El proceso revolucionario en Bolivia, tercero en orden cronológico, de los procesos revolucionarios profundos que están en marcha en América Latina, ha avanzado vigorosamente desde el ascenso a la Presidencia, de Evo Morales. Este país andino ahora integra, junto con Venezuela, un dúo de naciones opuestas al imperialismo con firmeza y dispuestas a enfrentar sus designios sin concesiones.
Además de los procesos revolucionarios antiimperialistas profundos ya señalados, hay otros cambios de menor profundidad pero importantes, en América Latina, como los que se dan en Brasil, Argentina, Uruguay y Nicaragua, y el muy reciente en Ecuador. Gobiernos como el de Lula, Kirtchner, Tabaré y casi seguro el de Daniel Ortega, actúan en una lógica distinta de los de Venezuela y Bolivia, y desde luego, del de Cuba, porque su naturaleza es distinta y sus condiciones también lo son. Es verdad que no se enfrentan al imperialismo en su esencia, en su base económica; no nacionalizan sus recursos y, en muchos casos, ni siquiera frenan la penetración creciente del capital extranjero, sino que la toleran. Más todavía, algunos de ellos tampoco defienden, o no lo hacen con la firmeza necesaria, los derechos de los trabajadores y las masas populares frente al Poder económico imperialista, sino que continúan aplicando las políticas neoliberales. Sin embargo, no son lo mismo que otros gobiernos, como el de Uribe, en Colombia, ni los del PAN en México. Son gobiernos que tienen una política exterior independiente, que por lo menos en ese ámbito no se pliegan a los dictados de Washington y que interactúan de manera muy positiva con otros países del mundo al margen y aun en contra de los intereses yanquis, sea China, propiciando la diversificación de sus mercados; sean India y Sudáfrica, promoviendo un bloque que enfrente a Estados Unidos y la Unión Europea en la OMC, o sea Venezuela Bolivariana, propiciando su integración en el MERCOSUR y dando paso a una interacción económica con alto significado político de independencia frente al poderoso. Pero, sobre todo, lo que tiene mayor importancia y un sentido muy positivo de la política internacional de estos gobiernos, es su posición amistosa con respecto a Cuba, su negativa a sumarse al bloqueo criminal y su tendencia a exigir el cese del mismo en los foros internacionales. Todo esto tiene repercusiones significativas tanto en el escenario latinoamericano como en la arena mundial.
Debemos destacar que en el ascenso revolucionario de nuestros días en América Latina ha habido un instrumento cuyo uso se ha generalizado: la movilización popular, fuera de los cánones tradicionales, independientes de los partidos políticos electoreros tradicionales, del gobierno y de las clases dominantes. Movimientos que rebasan las demandas puramente economicistas, sino que se han planteado llevar hasta las últimas consecuencias la revolución por la segunda y definitiva independencia de sus pueblos.

ESCENARIO NACIONAL
Así desde hace más de dos décadas y en casi todo el mundo se impuso la propaganda neoliberal y con la complicidad de los gobiernos como los que hemos padecido en México desde 1982, se dio marcha atrás a los avances alcanzados, hasta entonces.
En nuestra nación en materia de desarrollo económico y social, se han ido revirtiendo. Ahora nuestro país es más dependiente y menos soberano que hace 25 años. Se han privatizado las empresas más grandes y rentables: Teléfonos de México, los bancos, los ferrocarriles, las empresas mineras, forestales y pesqueras, la siderurgia, las fábricas de automóviles y carros de ferrocarril que estaban en manos del Estado. También se han rematado los puertos y aeropuertos, la comunicación satelital, y la petroquímica, las aseguradoras, el servicio de aduanas y últimamente el régimen de pensiones y jubilaciones del ISSSTE. También se privatizó la tierra y se eliminaron todos los subsidios que antes se les otorgaban a los campesinos pobres y se firmó en 1994 el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con los Estados Unidos y Canadá, con lo que el destino nacional quedó uncido a los intereses imperiales.
Pero esto no les basta, ahora el FMI y el BM, exigen la entrega total de PEMEX y de la industria eléctrica, lo que los gobiernos neoliberales llaman “reformas estructurales”.
A los trabajadores mexicanos también se nos ha obligado a dar marcha atrás a nuestras conquistas. Los salarios han perdido más del 75 % de su poder adquisitivo en los últimos 24 años, la Ley Federal del Trabajo se viola sistemática e impunemente, teniendo como ejemplo de esto, el despido de miles de trabajadores en empresas públicas y privadas, la eliminación de miles de plazas por parte del gobierno federal supliéndolas por contratos temporales, se mutilan contratos colectivos, incluso por la fuerza. Los empleos y plazas de nueva creación se establecen en condiciones precarias y sin prestaciones ni reconocimiento de derechos laborales. Los fondos de pensiones se han privatizado a través de las llamadas afores. Los precios del gas doméstico, de las gasolinas, de la electricidad que han venido aumentando mensualmente, sufrirán otro más a partir de enero de 2008, y los precios de otros productos de primera necesidad también siguen aumentando, así como el transporte y otros servicios básicos.
Pero tampoco esto les basta al FMI, al BM y al gobierno federal, pues pretenden eliminar totalmente el sistema de pensiones, y la seguridad social, representada por instituciones beneméritas como el IMSS y el ISSSTE. También quieren agregar el IVA a alimentos y medicinas, y como si esto fuera poco también pretenden legalizar las violaciones a la Ley Federal del Trabajo, reformándola porque el gobierno y los patrones consideran que esa ley nos otorga muchos privilegios y que deben ser eliminados, para que los patrones puedan contratar trabajadores de acuerdo a sus condiciones y despedirlos cuando se les dé la gana, todo esto también como parte de las llamadas “reformas estructurales”.
Y para colmo de todo esto, el gobierno federal en su afán de defender los intereses patronales, está aplicando una política torpe de intromisión e injerencia en la vida interna de las organizaciones sindicales, promoviendo la división y desarticulación, a través de grupos mercenarios o sicarios del sindicalismo, que queriendo cobijarse con la bandera de la democracia sólo han logrado el debilitamiento de sindicatos otrora fuertes, vulnerando y menoscabando el magno de los derechos constitucionales contractuales como es el de coaligarnos, como está sucediendo en el gremio minero.
El saldo de estos 5 lustros de política neoliberal es sumamente negativo para la nación, para la clase trabajadora y el pueblo mexicano en su conjunto, y no hay perspectiva de que en lo inmediato mejore nuestra situación porque la aplicación del proyecto neoliberal en materia económica y social, también tiene su vertiente política. Las distintas reformas electorales llevadas a cabo en más veinte años de neoliberalismo, se realizaron bajo la batuta de la oligarquía nacional y extranjera con el objetivo de establecer un sistema de partidos que garantizara la permanencia del proyecto neoliberal sin importar que los partidos se alternaran en el poder, como ya sucedió en el año 2000 y en el 2006. Porque sin el actual sistema de partidos sería imposible el funcionamiento de la democracia burguesa, y la clase dominante se vería en la necesidad de apoyarse abiertamente en los órganos de violencia: ejército, cárceles, policía, imponer estados de sitio, etc. para poder aplicar su proyecto.
Por eso, toda oposición eficaz al neoliberalismo ha sido borrada del escenario electoral. Las campañas electorales son costosas y sin contenido programático, el financiamiento privado ha dejado fuera de la competencia –en la práctica- a los representantes de la clase trabajadora y ha permitido la intromisión de recursos ilícitos provenientes del narcotráfico y del extranjero. Este sistema de partidos al servicio de una sola clase social, la burguesía, ha generado el mayor de los oportunismos. La eliminación de la lucha ideológica en el ámbito electoral, y su sustitución por la mercadotecnia, permite a los individuos cambiar de partido sin ninguna dificultad y sin ningún rubor. Todo esto no favorece a la clase trabajadora y la condena a seguir padeciendo las nefastas políticas neoliberales.
Con el escandaloso fraude del 2 de julio de 2006 se puso a vista de todos, el alto nivel de descomposición que existe en el aparato político de las clases dominantes de nuestro país. Se cierne sobre la república la sombra fascista de un presidente impuesto por la vía del fraude desde las altas esferas del poder y del capital.

ESCENARIO LOCAL
A todos estos problemas nacionales hay que agregar la ineficacia y las torpezas de los gobiernos estatales que en su soberbia no se diferencian del gobierno federal, tampoco hay mucha diferencia si provienen de uno o de otro partido.
Por el contrario los problemas se agravan para los trabajadores dependiendo del grado de desarrollo económico de cada entidad. Es el caso de Zacatecas en que la producción más importante es la que se da en el sector primario: agropecuario en su mayor parte atrasado y rudimentario; y, minero éste último fundamentalmente en manos de grupos oligárquicos nacionales o transnacionales y con un incipiente desarrollo industrial. La empresa industrial más grande e importante como la cervecera, propiedad de grandes capitalistas privados nacionales y extranjeros no reinvierte sus ganancias, explota la mano de obra barata, pisoteando sus derechos laborales, y la riqueza hidráulica, dejando ínfimos beneficios al desarrollo de nuestro estado. Este escaso desarrollo de las fuerzas productivas y la descapitalización ancestral, son la causa de la expulsión permanente y cada vez mayor de mano de obra a Estados Unidos y a otras entidades.
Nuestro estado forma parte de las entidades del país con mayor atraso en su desarrollo social. Oficialmente se ha reconocido que 30 mil familias zacatecanas sobreviven con un ingreso total de 1,300 pesos mensuales –unos 40 pesos diarios-, y también, que han emigrado principalmente a Estados Unidos cerca de millón y medio de zacatecanos lo que equivale a la mitad de la población nacida en nuestro estado, para buscar el sustento personal o familiar que aquí no encuentran.
La emigración ya se da como un fenómeno normal en la ciudad y el campo, entre personas con preparación y sin preparación académica. No obstante todas las secuelas negativas en lo familiar y social que esto conlleva y que en nada compensan las remesas, por muy significativas que sean.
En lo político, a pesar de que desde hace nueve años, se dio el cambio de partido en el gobierno del estado, esto no se ha reflejado en un algún beneficio sustancial para el pueblo y la clase trabajadora, tampoco ha cambiado ni un ápice la estructura económica de la entidad, el cambio más importante es el que se ha dado en las condiciones de vida de los nuevos gobernantes, estos sí la han mejorado notablemente.

EL PRINCIPIO DE LA LUCHA DE CLASES
En un país como el nuestro en el que después del proceso constructivo de la Revolución Mexicana, a partir de 1982 se pasó a una etapa de plena sumisión y entrega de los intereses nacionales a la potencia imperialista más grande de la historia, la lucha social tiene dos formas bien definidas: la lucha de la clase trabajadora contra la clase capitalista, y la lucha de la nación contra la intervención en su vida interior de los monopolios norteamericanos. Esta doble lucha no encierra contradicción ninguna ni se libra exclusivamente en el seno de México. Es característica de todos los países que se hallan en el mismo periodo de evolución económica y política que el nuestro.
La lucha entre la clase trabajadora y la clase capitalista, es decir, la lucha de clases, presenta múltiples e interesantes aspectos, asimismo, la lucha de la nación contra el imperialismo tiene diversas e importantes características que por causas históricas y geográficas especiales algunas de ellas son propias de México.
Sostenemos entonces que si la clase trabajadora quiere resolver sus problemas de raíz, debe luchar por la independencia nacional, y esta lucha es de mayor importancia que la que se da por demandas puramente económicas, porque mientras sigamos sometidos al saqueo y la explotación y por tanto al dominio del capital extranjero, no hay posibilidades ni de establecer un régimen verdaderamente democrático ni de que nuestro pueblo y la clase trabajadora pueda tener acceso pleno a los bienes de la civilización y la cultura.
¿Cuáles son las tareas de la clase trabajadora zacatecana en esta etapa? una, quizás la más importante es la de ir organizando y construyendo su unidad, y la otra no menos importante es la de crear su programa de lucha, con objetivos nacionales y estatales, y la otra tarea es la de ponerse en sintonía con el movimiento social que se está movilizando en el resto del país.
Sin embargo la unidad de la clase trabajadora, no debe ser un fin en sí mismo, sino que debe darse sobre la base de principios y objetivos de clase. Es decir, reconocer el principio de la lucha de clases. Entonces, debe ser una unidad consciente, combativa, que reconozca las diferencias, en las formas de lucha de las organizaciones y en su grado de desarrollo. Una unidad en que se respeten las distintas concepciones políticas, filosóficas, religiosas, etc.
Esta organización y unidad de la clase trabajadora debe darse independientemente del gobierno, de los partidos políticos y de la clase dominante, de otra manera sólo estaría formando parte del actual sistema y en lugar de cambiarlo, ayudaría a perpetuarlo.
Esta unidad de la clase trabajadora también debe darse sobre la base de la práctica de la más elevada democracia, es decir, donde su forma de organización y funcionamiento se dé tomando en cuenta la opinión de todas las organizaciones e individuos. Que el análisis y discusión se dé sobre la base del trato fraternal y la participación de todas las organizaciones en la toma de decisiones. Que una vez tomados los acuerdos la minoría se supedite a la mayoría, etc.
Si esta organización de la clase trabajadora se da sobre la base de la unidad, la independencia y la democracia, partiendo del reconocimiento de la existencia de la lucha de clases, entonces la lucha debe darse en tres niveles: económico, político e ideológico. La lucha económica es de primordial importancia porque de ella depende la subsistencia del trabajador y su principal arma es la huelga. Pero si la lucha de la clase trabajadora se circunscribe sólo a las demandas de carácter económico, se enfrenta sola y aislada a sus patrones y cae en el terreno del economicismo.
Por lo tanto, debe darse también en el terreno político, es decir, debe llevar la lucha de clases al seno del parlamento, de los ayuntamientos, etc. en la lucha política el enfrentamiento ya se da entre la clase trabajadora y la clase burguesa, para que su lucha sea exitosa debe enarbolar su propio programa que incluya los cambios necesarios en la sociedad en lo político, económico y social, para beneficio del pueblo y la clase trabajadora, Porque si los cambios se quedan sólo en el terreno político y se deja intacta la estructura económica, la burguesía y el imperialismo seguirán siendo los únicos beneficiarios, por lo tanto se debe trabajar para construir su instrumento político, mediante el cual deberá tomar el poder y desde ahí hacer los cambios revolucionarios o radicales.
La lucha no termina ahí. La clase trabajadora también debe darla en el terreno ideológico. Esta es la batalla de las ideas y es la lucha más importante, porque cuando las ideas emancipatorias de la clase trabajadora triunfan sobre las ideas de la burguesía, sólo entonces, podrá realizarse la revolución social. Para lograr esto la clase trabajadora debe tener su propia filosofía, una filosofía que no sólo le ayude a explicarse el universo, el mundo y la vida sino que le ayude a transformarlo.

LA LUCHA UNITARIA EN LOS FRENTES SOCIALES
Desde los primeros años del neoliberalismo (1982), se privatizaron cientos de empresas del Estado con el argumento de que estaba obeso y había que adelgazarlo, de esa manera muchas empresas fueron privatizadas y muchos trabajadores perdieron sus fuentes de trabajo, hubo luchas de resistencia pero casi todas fueron derrotadas, principalmente porque actuaron de manera aislada.
En 1999 se intentó modificar nuestra carta magna en sus artículos 27 y 28 para abrir a la inversión extranjera la industria energética para impedirlo; el Sindicato Mexicano de Electricistas convocó a la creación del Frente Nacional de Resistencia que logró, junto a varios movimientos aliados, que Ernesto Zedillo fracasara en sus propósitos de entregar al capital extranjero la industria eléctrica y la del petróleo.
Al calor de este frente fueron surgiendo otras grandes expresiones de la lucha de masas ampliamente unitaria contra el neoliberalismo, como el Frente Sindical Mexicano, y junto con la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y una amplia gama de organizaciones dieron lugar al Frente Sindical, Campesino, Indígena, Social y Popular, la Promotora por la Unidad Nacional Contra el Neoliberalismo y otras mas; todas ellas, y otras expresiones frentistas confluyen en el referente que, por hoy, constituye por su amplitud, grado de consistencia, madurez y contenido programático la forma más acabada, el DIÁLOGO NACIONAL; en el que participan más de seiscientas organizaciones diversas, de obreros, campesinos, indígenas, estudiantes, mujeres, intelectuales, movimientos civiles y de género y otros, juntos acuerdan el Proyecto de Nación Alternativo al Neoliberalismo, un avanzado programa antiimperialista y de liberación nacional, construido por consenso, y que ha logrado movilizar de manera combativa a centenares de miles de compatriotas tanto en la capital corno en diversos lugares del país, que ha frenado numerosos proyectos concretos del imperialismo y la derecha.
De la misma manera y como efecto de la depredación neoliberal, proliferan los estallidos de inconformidad popular en varias partes del país: en Chiapas, en Atenco, en Oaxaca, en Michoacán, en Guerrero; se movilizan los electricistas, y de manera significativa dos sectores de trabajadores muy importantes: los mineros, que enfrentan la embestida más brutal de parte del gobierno y de algunas empresas mineras en contra de sus derechos laborales y en contra de su autonomía sindical.
Y el otro sector el de los maestros, quienes a raíz de la aprobación de la nueva Ley del ISSSTE que cancela derechos históricos y entrega su fondo de pensiones a los banqueros extranjeros, están llevando a cabo una movilización sin precedentes a fin de echar abajo esa ley y democratizar su sindicato.
Y los campesinos que se levantan contra al TLCAN y por la reorientación de la política agropecuaria. Y así muchos movimientos sociales y populares surgen y actúan, algunos de manera convergente, otros por separado; todos sin embargo, con el mismo trasfondo, la lucha contra el neoliberalismo y el imperialismo, aunque no todos lo proclamen así.
El caso de Oaxaca es muy significativo. En esa entidad se ha ido construyendo otro frente de masas, que tiene en común con los anteriores las mismas causas profundas. Entre sus aspectos singulares, está su origen concreto; un viejo problema laboral, la rezonificación por concepto de vida cara, que enfrentan, desde hace varios años, los trabajadores de la educación integrados en la Sección 22 del SNTE. Esa petición justa en lugar de atenderla fue reprimida de manera feroz y sangrienta por el gobernador Ulises Ruiz. Sin embargo, lo que no ha podido lograr la PFP y el gobierno casi lo han logran los partidos políticos electoreros, PRD, PT y Convergencia al maniobrar de manera oportunista tanto con la APPO como con Ulises Ruiz, en el proceso electoral pasado, lo que ha desembocado en división y paralización de su actividad.
El EZLN, que a fines de 2005 llamó a una movilización que denominó la “OTRA CAMPAÑA” se declaró anticapitalista y rompió con el aislamiento al que estaba sometido, desde los inicios del 2006 recorrió todo el país para informar e informarse de las condiciones de vida de los de abajo y preparar las condiciones subjetivas, para la lucha contra el régimen injusto en que vivimos; sin embargo, mantiene resistencia a establecer vínculos de lucha con los frentes de masas antiimperialistas, aunque muchas de las organizaciones que participan en la Otra también lo hacen en los diferentes frentes.
Luego del gran fraude electoral del dos de julio, cometido contra la voluntad del pueblo y de la desvergonzada actitud de Fox de apoyar ilegalmente al PAN y su candidato, afectando los intereses del candidato Andrés Manuel López Obrador, y que este llamó a la población al desconocimiento por ilegitimo, del gobierno surgido de esa elección; se puede valorar como positiva la posición postelectoral de López Obrador, porque si bien como candidato estuvo lejos de levantar un programa coincidente con el Nuevo Proyecto de Nación Alternativo al Neoliberalismo; luego del desenlace, se sale del marco de las “instituciones” creadas por el neoliberalismo y con ello se pudiera propiciar la posibilidad de una convergencia.
El común denominador de estos frentes, y otros de reciente formación, como el Frente Nacional por la Soberanía Energética, el Movimiento Nacional Organizado “Aquí Estamos” y las Asambleas Populares, en gestación, esta en la lucha contra las políticas neoliberales y contra su autor y beneficiario principal, el imperialismo.
Es claro que lo deseable seria que hubiera la más amplia unidad entre todos estos frentes, pero también es verdad que la unidad se construye, no surge de manera espontánea. Lo ideal seria que todos estos movimientos fueran el fruto de una planeación previa y tuvieran una dirección política única, pero eso no se logra cuando las fuerzas revolucionarias están dispersas, fuerzas a la que corresponderían la planeación y la dirección, como sucede todavía en realidad, nacional y local. En Zacatecas en el pasado hubo diversos intentos de unificar al pueblo y la clase trabajadora, sin embargo, no fructificaron. Fue a finales del año 2004 cuando después de varias jornadas de lucha y solidaridad con los compañeros del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), trabajadores académicos y manuales de la UAZ, Telefonistas, del Cobaez, sindicatos pertenecientes a la Federación de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), el Movimiento democrático del magisterio zacatecano de las secciones 34 y 58 y otras organizaciones sociales y populares iniciaron los esfuerzos tendientes a ir conformando un gran frente de masas y decidieron formar el Frente Estatal Social, Sindical, Campesino, Obrero y Popular (FESSCOP).
La experiencia de lucha de este frente dio lugar a que el 29 de septiembre del presente año el FESSCOP junto las secciones mineras zacatecanas pertenecientes al SNTMMySRM, a los exbraceros agrupados en Braceroproa, a la Asociación Nacional de Empresas Campesinas (ANEC), a los nuevos sindicatos como el de CONALEP, UTEZ, CECyTEZ y organizaciones de tianguistas de Zacatecas y Guadalupe, acordaran conformar un nuevo frente, todavía más amplio y representativo, sobre bases más sólidas desde el punto de vista organizativo, programático y en cuanto a sus objetivos de carácter histórico. Acordando cambiar el nombre de Frente Estatal Social, Sindical, Campesino, Obrero y Popular (FESSCOP), por el de Frente Social por la Soberanía Popular (FSSP) y convocar a su Asamblea Constitutiva para el día de hoy 20 de noviembre de 2007.

4.- OBJETIVOS
La lucha popular en nuestro país siempre ha estado guiada por el anhelo de la emancipación nacional respecto del extranjero, como condición primordial para alcanzar la justicia social y hacer efectivos sus derechos democráticos. Asimismo ha sido el pueblo trabajador -desde la Revolución de Independencia, la Revolución de Reforma hasta la Revolución de 1910-, el que ha impulsado la lucha, guiado por los próceres que supieron interpretar fielmente sus grandes anhelos.
El Frente, reconociendo que su origen es parte de esta lucha secular y que no habiéndose alcanzado aun las metas históricas, declara que su objetivo es llevarla adelante en las nuevas condiciones de México y del mundo, con plena convicción de que en alianza con fuerzas similares a la nuestra se podrán alcanzar de manera cabal.
Que en las condiciones actuales, el imperialismo representado por los monopolios transnacionales –principalmente norteamericanos- constituyen el principal obstáculo para que nuestro país pueda superar el atraso económico y social, por lo que la ruta del capitalismo clásico para llegar a la etapa imperialista le está vedado, partiendo de ésta premisa, el objetivo del Frente, cuando las condiciones objetivas y subjetivas creadas por la lucha popular lo permitan, será el de coadyuvar en alianza con las demás fuerzas populares a que nuestro pueblo arribe necesariamente a un régimen de vida superior, totalmente distinto basado en la justicia social, democracia popular y soberanía nacional.

5.- DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
Por todo lo anterior el Frente declara:
Que sólo en un sistema de democracia popular se puede alcanzar los objetivos históricos de la Revolución Mexicana y convertir en realidad los postulados avanzados de la Constitución General de la República, porque la democracia popular consiste en excluir del poder público, a los representantes de la oligarquía nacional y extranjera y, a los elementos que se han enriquecido al amparo de los puestos públicos y la corrupción.
Que para hacer efectiva la democracia popular, el gobierno debe integrarse con representantes auténticos de la clase trabajadora de la ciudad y del campo, de la intelectualidad avanzada, de la pequeña burguesía rural y urbana, de los sectores de la burguesía nacional que no estén ligados al imperialismo, bajo la dirección de la clase trabajadora.
Que el enemigo común de todos los pueblos de la tierra es el imperialismo, y que esto se hace más evidente entre los pueblos de América Latina, por lo que es vital sostener una solidaridad y apoyo mutuo permanente, así como encontrar las vías para hacer realidad los sueños de los grandes próceres de nuestro continente: construir la Patria Grande.
Que la solidaridad entre los pueblos no significa la intervención de los gobiernos de sus países en los asuntos internos de otros y que en la lucha común por alcanzar un régimen de vida superior, cada pueblo habrá de encontrar sus propias vías de desarrollo.
-Que el imperialismo con todo su poderío militar, político y económico, no ha vacilado en utilizar todas las formas de intervención con el fin de mantener y restablecer su dominación, por lo que se sumará a la exigencia mundial y nacional por el desarme total y completo; por el respeto al derecho de autodeterminación de los pueblos y a la no intervención en sus asuntos internos.
-Que la vida del mundo y de nuestro país es cambiante, lo que obliga a analizar y estudiar la realidad de manera permanente, con el fin de que nuestro Programa responda siempre a las condiciones concretas de la etapa que estemos viviendo.
-Que será ajeno al dogmatismo, que pretende convertir las tesis, y principios en normas válidas de una vez y para siempre. Ajeno al sectarismo, que niega la necesidad de las alianzas con otras fuerzas políticas y sociales para el logro de ciertos objetivos concretos.
-Que se esforzará por unificar grupos, organizaciones y ciudadanos, de nuestro estado y del país hasta lograr fundirse en una gran Frente Nacional Patriótico, Democrático y Antiimperialista, sobre la base de un programa colectivamente discutido y aprobado, que tenga en cuenta la realidad nacional.
-Que con base en estos principios, el Frente formulará su programa general, sus demandas inmediatas, organizará su actividad permanente, estudiará cada problema, y construirá su organización a nivel estatal y se fundirá en el crisol del movimiento nacional.

6.- PROGRAMA
El Frente considera que es parte del torrente nacional que lucha por la transformación del régimen social que prevalece en nuestro país, por un régimen más justo y soberano. Esto constituye su finalidad histórica, sin embargo para alcanzarla, aportará su esfuerzo para defender todo lo positivo alcanzado hasta ahora y plantear la solución que a los intereses populares y sociales convenga de los problemas que afectan las condiciones de vida del pueblo.
Por lo tanto, luchará por mantener y reforzar las instituciones del Estado encargadas de la educación, la salud, la vivienda, el campo. Defender y consolidar las empresas y ramas de la economía estratégicas para la soberanía y el desarrollo propio que no han pasado a manos privadas; rescatar las que fueron privatizadas, sobre todo aquellas entregadas al capital extranjero.
Contribuirá en la lucha por liberar al país de la sujeción imperialista, rechazando toda política que atente u obstaculice la independencia económica respecto del extranjero.
Contribuirá a todas las políticas que tiendan a mejorar las condiciones de vida de las masas populares; aumentar sus recursos; liquidar el analfabetismo; preservar y mejorar los servicios sociales y de salubridad; mejorar cuantitativa y cualitativamente la educación y formar los cuadros medios y superiores para el progreso del estado y de la Nación; defender y acrecentar nuestra cultura; instaurar un auténtico régimen democrático; recuperar los principios progresistas de la Constitución; que han sido derogados, defender y consolidar los que aun se conservan y aplicar unos y otros en sentido revolucionario.
Exigirá la diversificación del comercio con el exterior, hacia todos los mercados del mundo, de acuerdo con el principio del beneficio mutuo y sin condiciones políticas.
Mantendrá permanentemente la exigencia de incrementar las relaciones del pueblo mexicano con todos los pueblos del mundo e impulsar la integración con los de América Latina y el Caribe,
En síntesis, el Programa permanente del Frente consiste en elevar las condiciones de vida del pueblo para que atenga acceso pleno a todos los bienes de la civilización y la cultura, el desarrollo económico independiente de la Nación, y la instauración de un verdadero régimen democrático.

7.- ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO
El Frente es un conjunto de fuerzas sociales, sindicales, democráticas, populares y revolucionarias, que se ha conformado de manera voluntaria y tienen objetivos comunes en el orden económico, político, social y cultural.
EL Frente, se mantendrá independiente del gobierno, de la clase dominante y partidos políticos, sin que esto impida la libre militancia política de sus miembros.
El Frente es producto de un largo camino que el pueblo zacatecano ha recorrido a lo largo de su historia, y las fuerzas que lo conforman están conscientes del rol histórico que le corresponde jugar, por lo tanto su accionar tendrá como fundamento: el principio de la dirección colectiva; la democracia interna; la actividad y la iniciativa constante de sus componentes colectivos e individuales; la crítica y la autocrítica; el más esmerado cuidado a la cohesión en sus filas y por la disciplina consciente de quienes lo integran.
El Frente mantendrá el más absoluto respeto a la autonomía y vida interna de las organizaciones que lo conforman, así como de las demás organizaciones sociales y sindicales. En caso de que alguna organización miembro del Frente, atraviese por conflictos internos y haya disputa por la dirección, el Frente se mantendrá al margen de ellos.
EL Frente analizará y discutirá sin cortapisas todos los asuntos que tengan que ver con la vida interna del mismo y con el cumplimiento de tareas y objetivos, hasta que se considere que los acuerdos puedan ser tomados por consenso. Una vez tomados los acuerdos deben ser respetados y la discusión debe cesar.
El Frente educará a sus componentes colectivos e individuales en el más acendrado patriotismo, la solidaridad internacional, la fraternidad entre todos los pueblos de la tierra, de la integración de los pueblos de América Latina y sostendrá relaciones con todos los movimientos y partidos, estatales, nacionales y extranjeros que con los que tenga coincidencias en su declaración de principios, objetivos y programa

8.- ESTRATEGIA Y TÁCTICA
La estrategia consiste, lo mismo tratándose de las luchas políticas que de los conflictos armados y económicos, en aumentar las fuerzas propias y el número de aliados. Consiste, por tanto, en tratar de disminuir las fuerzas del adversario y restarle al máximo sus aliados posibles. Respecto de la lucha de clases, no sólo en la teoría sino en la experiencia viva, la estrategia, consiste para la clase trabajadora y las organizaciones sociales y políticas que la representan, en unir al proletariado, a los campesinos, y a los demás sectores explotados del pueblo, en acciones comunes para lograr reivindicaciones reclamadas por todos ellos. Esta unidad en la acción es la única que puede conducir a la clase trabajadora a la construcción de la unidad orgánica. En cuanto a la estrategia relativa a la lucha de la nación contra el imperialismo, la alianza de sectores afines, concreta o permanente, es la aconsejable. Por sectores afines debe entenderse los que chocan contra los intereses y propósitos del imperialismo. En la lucha de clases la alianza es más fácil porque se trata de sectores de una sola clase social, que no tienen contradicciones internas. En la lucha contra el imperialismo, la alianza es más difícil, porque se trata de sectores afines sólo en la acción común por la independencia económica de nuestro país, que tienen contradicciones entre sí por estar formados por clases sociales antagónicas. Este hecho no impide, sin embargo, la acción común, como también la experiencia lo ha probado en numerosos casos de importancia a lo largo de nuestra historia.
La táctica consiste en saber emplear, en el momento oportuno, las fuerzas propias y las aliadas, para alcanzar los objetivos que se persiguen. Las organizaciones sociales y políticas de los trabajadores tienen la mayor responsabilidad en esta materia.
La táctica de todos los referentes de la lucha antineoliberal consiste en la acción unitaria; en lograr la cohesión, la articulación entre todos, para actuar sincronizadamente en el momento oportuno. Las organizaciones sindicales, sociales y populares que hemos venido construyendo el Frente Social por la Soberanía Popular, bajo un tenaz y persistente proceso acumulativo de fuerzas y objetivos comunes, compartimos la mayor responsabilidad, en esta tarea.
La táctica del frente único ha sido concebida dentro del movimiento social, como una Organización de Organizaciones, el frente único puede tener nombre propio o no tenerlo, lo importante es que, represente la culminación de un largo proceso de construcción de una alternativa de unidad, tejida para alcanzar nuestra independencia económica.
La lucha de las organizaciones sociales, civiles y políticas ha de consistir en la conquista de la independencia económica de la nación, sin la cual la independencia política no es posible, pero no se podrá lograr sin un gran movimiento en el que participen de un modo activo, consciente e infatigable, los grandes sectores del estado de Zacatecas y de la nación y basará sus trabajos en acuerdos colectivos con pleno respeto del interés común, y con pleno respeto a los integrantes del frente, sin atentar contra su diversidad.

9.- POLÍTICA DE ALIANZAS
Nuestra Asamblea reconoce la imperiosa necesidad de trabajar de manera conjunta con otras organizaciones que tengan la misma sensibilidad y compartan nuestro punto de vista, en cuanto a la tarea de contribuir a preservar, orientar, educar políticamente al pueblo y la clase trabajadora y también ayudar a mejorar la articulación entre todas la agrupaciones que confluyan en los diversos frentes que existen en nuestro país y de los diversos frentes entre si: Diálogo Nacional, La Otra Campaña, Convención Nacional Democrática, etc.
Una política de amplias alianzas entre las capas trabajadoras y populares del país se debe fundamentar en: 1.- Acción conjunta, 2.- Que influya sobre las masas no organizadas, 3.- Que infunda fe en la fuerza del movimiento democrático-revolucionario, 4.- Que encauce la lucha por el derrocamiento del régimen, 5.- En defensa de nuestros intereses económicos, 6.- Que parta del principio de lucha contra el imperialismo y el fascismo, 7.- Por la defensa de las conquistas y organizaciones populares, 8.- Que encauce la lucha hacia la huelga nacional, 9.- Que contribuya a la educación política popular en el más amplio espíritu unitario, 10.- Que se apoye en una plataforma general para las acciones, 11.- Que sea un bastión de organización por una nueva sociedad.
Para ello, nos toca contribuir a que no haya disputas ni enfrentamientos entre unos y otros, a que caminen hacia la unificación de todos en la medida de lo posible y, en tanto no se pueda, por lo menos a que avancen por caminos paralelos. Nos toca trabajar con todos y en todos, buscando establecer siempre la relación más cordial y contribuir a que alcancen los mejores logros, manteniendo siempre cada una de nuestras organizaciones su independencia con respecto de líderes y agrupaciones que confluyen en estos frentes, expresando nuestros puntos de vista con franqueza y fraternidad.
El Frente debe apoyar y colaborar con todos los que compartan nuestros ideales, la lucha antineoliberal, antimperialista y anticapitalista en Zacatecas, en México y el mundo. En el caso de nuestro estado es una tarea fundamental del Frente la de contribuir a la construcción de un gran bloque social amplio e incluyente, que vaya construyendo poder popular en todos los niveles, hasta rescatar plenamente la soberanía popular.

10.- PLAN DE ACCIÓN
Consecuencia, de todo lo anterior el Frente sostiene que para impedir una nueva ola de ataques neoliberales contra la nación, restituir la legalidad Constitucional, forjar la soberanía popular y detener la mano del autoritarismo de la derecha, las organizaciones que lo conformamos debemos observar lo siguiente:
1.- Comprometernos a realizar nuestros máximos esfuerzos para detener todas las políticas neoliberales pues lesionan las condiciones de vida y de trabajo, los derechos políticos y libertades democráticas del pueblo y los trabajadores mexicanos, así como defender sin condiciones, el Patrimonio, la soberanía política y la independencia económica de nuestra Patria.
2.- Comprometernos a dar la más amplia solidaridad y respaldo político a cada una de las organizaciones, movimientos sindicales, sociales, populares, indígenas, campesinos y políticos, que formen el Frente.
3.- Trabajar para lograr la más amplia unidad de acción, a partir de los programas formados por las diversas luchas y expresiones del pueblo.
4.- Trabajar juntos para crear las condiciones para el surgimiento de un nuevo gobierno emanado verdadera y democráticamente del pueblo, que responda a él en todo momento, restaurando la legalidad Constitucional y el espíritu fundacional del Constituyente de 1917, así como los valores esenciales de la Nación Mexicana.
5.- Efectuar y establecer, acercamientos y relaciones fraternas con todas aquellas organizaciones y personalidades, democráticas, progresistas y honestas del estado y del país.

I. GENERAL
1.- La lucha contra las llamadas “reformas estructurales” que no son otra cosa que la pretensión del gobierno neoliberal y del imperialismo yanqui de privatizar el petróleo, la energía eléctrica, la reforma fiscal y la flexibilización laboral, así como continuar desmantelando la seguridad social y el sistema educativo nacional, que de consumarse trastocarían las bases del estado nacional para convertir a nuestro país en una colonia norteamericana.
2.- Apoyar a los trabajadores al servicio del Estado en su lucha contra la nueva Ley del ISSSTE, que los obliga a laborar más años, cotizar más y a recibir menos pensión, y que entrega el fondo de pensiones a los banqueros extranjeros, organizando otra etapa de amparos.
3.- Detener la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en lo referente al maíz y frijol, ya que estos granos podrán entrar a nuestro país libre de aranceles, lo que llevará a la ruina total a los productores nacionales, así como también traerá consigo la pretensión de sembrar maíces transgénicos en México; y el cumplimiento del compromiso de George W. Bush con la industria automotriz norteamericana para fabricar etanol a partir del maíz, lo que amenaza la calidad, la cantidad y el precio de todos los alimentos que dependen del mismo. Convencidos que esta lucha concluirá hasta echar a bajo el TLCAN en su totalidad.
4.- Rechazar de manera contundente la intromisión del gobierno, patrones y partidos políticos en la vida interna de las organizaciones sindicales, locales y nacionales.
5.- Llevar a cabo las movilizaciones que sean necesarias para alcanzar los objetivos aquí planteados, y las demandas que la clase trabajadora y el pueblo mexicano en general vienen enarbolando, con el fin de mejorar sus condiciones de vida, instaurar un verdadero régimen democrático y lograr la liberación nacional definitiva.

II. LOCAL
1.- Fortalecer la Campaña Nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria y la Reactivación del Campo Mexicano: “Sin maíz no hay país y sin frijol tampoco” para sacar al maíz y el frijol del TLCAN. Y apoyar la demanda de este sector por mayores recursos y apoyos para los campesinos pobres en Zacatecas, tanto para la producción como para garantizar la comercialización de sus productos.
2.- Solidarizarse con las luchas que llevan a cabo los trabajadores mineros zacatecanos, que enfrentan la embestida del gobierno ilegítimo y fraudulento de Felipe Calderón en complicidad con las compañías mineras para acabar con su organización sindical y con sus derechos laborales.
3.- Solidarizarse con los trabajadores del sector educativo que se han organizado en sindicatos en diferentes instituciones: UTEZ, CECyTEZ, CONALEP, UPZ, etc., y que están peleando porque se les reconozcan sus derechos más elementales, en condiciones de indiferencia y despotismo por parte de las autoridades locales.
4.- Solidarizarse con los trabajadores ex-braceros, que en estos momentos están luchando porque se le devuelvan sus ahorros, que el gobierno sin causa justificada les escamotea, pretendiendo pagar una mísera cantidad y sólo a unos cuantos.
5.- Lograr que el gobierno del estado utilize los recursos financieros que estaban destinados para la construcción del llamado viaducto o segundo piso en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe, una vez que se ha cancelado este proyecto; para desarrollar un sistema de transporte público intermunicipal, que no contamine, efeciente, suficiente y barato para desalentar el uso de transporte privado.
7.- Exigir al gobierno del estado que establezca de inmediato los lineamientos de una política laboral respetuosa de los derechos laborales de los trabajadores al servicio del gobierno del estado, con la cual se instruya a las autoridades gubernamentales, que contemple:
a) Libertad irrestricta para que los trabajadores dentro del marco de la Ley puedan hacer efectivos sus derechos.
b) Establecer un mínimo de apoyo material, económico y humano para cada una de las organizaciones sindicales que se formen, a fin de que los dirigentes puedan cumplir cabalmente con sus obligaciones.
c) Cese inmediato de las medidas represivas e intimidatorias contra los trabajadores que se decidan a organizar en sindicatos.
d) Reinstalación inmediata del Prof. Hugo Rodríguez Villarreal en su puesto como docente de la Universidad Politécnica de Zacatecas.
e) Cese inmediato de las autoridades que atenten contra los derechos laborales de los trabajadores.
8.- Solicitar al gobierno del estado que proponga a la Legislatura Local la inmediata derogación del impuesto estatal sobre tenencia vehicular. Asimismo, que el impuesto por el reemplacamiento tenga un carácter progresivo, es decir, debe ir orientado a que el lujo sea gravado y no la necesidad. Y que este reemplacamiento se lleve a cabo de manera planeada y no sólo para obtener mayores recursos.
9.- Proponer al gobierno del estado la construcción de un hospital que dé atención de Tercer Nivel a los zacatecanos, pues a la fecha ninguna de las instituciones de salud, cuenta con este servicio, ocasionando que los pacientes que requieren una atención de su especialidad sean trasladados a otros estados, generando gastos muy elevados que la inmensa mayoría de quienes requieren ésta atención no puede sufragar.
10.- Exigir el establecimiento de una política social, por parte del gobierno del estado que proteja a los sectores populares, asegure el acceso a los bienes y servicios básicos y se impida el incremento en los precios de los servicios públicos, privados y de la canasta básica.
11.- Que en el caso de la construcción de Proyecto Ciudad Argentum, el gobierno del estado dé instrucciones a quien corresponda para:
a) cuidar el impacto ambiental y prevenir cualquier afectación en su salud a los trabajadores o a los futuros ocupantes de la nueva ciudad.
b) Llevar a cabo las negociaciones necesarias para que las empresas que se han contratado empleen mano de obra zacatecana y den oportunidad a los jóvenes estudiantes y egresados de las instituciones de educación que cubran el perfil para que se les dé empleo.
c) Que a todos los trabajadores que se empleen en dicho proyecto, se les respeten sus derechos laborales y sociales.

ZACATECAS, ZAC., A 20 DE NOVIEMBRE DE 2007

Fundadores e Integrantes del Frente Social por la Soberanía Popular:
Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE); Sección 46 del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM); Sección 34 del SNTE-CNTE; Sindicato Único de Trabajadores de la UTEZ (SUTUTEZ); Sindicato Único de Trabajadores de CONALEP (SUTACZ); Sindicato Único de Personal Docente y Administrativo de COBAEZ (SUPDACOBAEZ); Sindicato de Trabajadores de la UAZ (STUAZ); Coordinadora del Magisterio Democrático de Zacatecas, Secc. 58; Sindicato de Trabajadores de CECyTEZ (STCECyTEZyEMSAD); Sindicato de Trabajadores de Confianza de CECyTEZ (SITCOCECyTEZ); Secciones 95, 201, 166 y 62 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros; Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMySRM); Sección 59 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la SEMARNAT (SNTSEMARNAT); Sección 29 del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS); Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC); Movimiento del Sindicalismo Revolucionario (MSR); Frente Nacional de Organizaciones Braceroproa, A.C.; Asociación Civil “5 de Mayo de Guadalupe y Zacatecas; Solidaridad Cívica Zacatecana, A. C.; Agrupación Política Nacional (APN) “Nueva Democracia”; Promotora por la Unidad Nacional Contra el Neoliberalismo (PUNCN); Federación de Organizaciones Sociales del Estado de Zacatecas-Movimiento Avance por la Democracia (FOSEZ); Barzón Zacatecas; Frente Popular de Lucha de Zacatecas-Coordinadora Nacional Plan de Ayala (FPLZ-CNPA); Jóvenes por el Socialismo (JPS); ACCUR; Integradora Estatal de Productores de Frijol; Comercializadora “Alfonso Medina” SPR de RI; E.I.S.A.; Enlace al Campo SPR de RI; La Otra Cultura; Los Ejidos SPR de RI; Vaqueros de La Cocinera SPR de RI; Tianguis La Campesina.