julio 31, 2009

Las posiciones del PCM-ML y del FSSP (Zac.) en la segunda jornada de análisis y debate interno del MLN

El martes 21 de julio, en la segunda jornada de análisis y debate interno del Movimiento de Liberación Nacional, plantearon sus ideas los compañeros del Partido Comunista de México, Marxista Leninista, y del Frente Popular por la Soberanía Popular de Zacatecas.

Los compañeros de la Vocería del PCM-ML consideraron que se requiere una nueva revolución en México, y que tiene que ser socialista, pues así lo determina la contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción. También, que la única forma de destruir al Estado burgués es a través de la violencia revolucionaria de las masas: la lucha armada del pueblo, por medio de la insurrección general de obreros y campesinos pobres, la instauración de la Dictadura del Proletariado y la construcción del socialismo y el comunismo científicos. Sin embargo, la insurrección armada de masas no es una herramienta de coyuntura, sino una etapa culminante de la lucha revolucionaria, y en el camino hacia esa culminación, no se trata de escoger, por ejemplo, entre la lucha electoral y parlamentaria, la movilización de masas, o la huelga política general, sino que todos ellos son peldaños que pueden y deben ser utilizados para acercar el momento de la insurrección armada revolucionaria de las masas.
Lo fundamental en el periodo actual, estima el PCM-ML, es consolidar el complejo proceso de Frente Único que ya despunta en el país, y esto sólo se puede lograr ampliando las miras y la perspectiva del movimiento de masas en su conjunto, desarrollando a cabalidad las tareas y acuerdos como organizaciones y como militantes del amplio proceso unitario, que nos damos, desde el Diálogo Nacional y las tareas emanadas en su 7ª edición, el Movimiento de Liberación Nacional, los procesos locales de frente único como la APPO, la APPMich, y otras, hacia las movilizaciones del 1º de septiembre y el 4 de diciembre.
Por lo dicho, el reto hoy es articular de manera dialéctica la lucha parlamentaria y electoral en todos sus niveles, la movilización de las masas populares y la violencia revolucionaria en la pelea de masas, en los procesos insurreccionales, hacia la toma del Poder y en el ejercicio del Gobierno. La salida democrático popular a la actual situación de crisis, a su juicio, implica la caída del actual gobierno y la supresión de las actuales instituciones republicanas, el establecimiento de un Gobierno Provisional Revolucionario, con el nombre que se quiera y pueda poner: “junta de salvación nacional”, “frente patriótico”, etc., pero que se sostenga desde las calles, con la fuerza de las masas, con cuyo respaldo, el Gobierno Provisional Revolucionario, convoque a una Asamblea Nacional Constituyente Democrática, Proletaria y Popular, que discuta redacte una nueva Constitución, emanada de las necesidades de las amplias masas insurrectas.
El método de lucha que decidamos emplear, combinar o complementar, legal o ilegal, violento o pacifico debe tener un sustento de masas movilizadas, una dirección colectiva y una capacidad orgánica probada en la confrontación y la política de clase. La fuerza material que logremos desplegar será el fiel de la balanza. Lo inmediato es concentrarnos en la organización consciente de la fuerza material para la revolución proletaria y la dictadura del proletariado. Para esto requerimos del Frente Único de todos los explotados y oprimidos en contra del capital y los fascistas, golpear a la oligarquía financiera para despojar a toda la burguesía.
La exposición de los compañeros del PCM-ML suscitó un vivo y por momentos acalorado debate, que fue de gran utilidad para precisar conceptos, en el camino hacia la construcción de la concepción colectiva del MLN, respecto de la agenda de mediano plazo.

En su turno, los compañeros del FSSP, representados por el compañero José Santos Cervantes, de la Coordinación General de ese colectivo, transmitieron sus experiencias en la construcción y funcionamiento de un frente que es sumamente amplio, plural y altamente unitario, además de que ha librado numerosas batallas en defensa de los intereses populares en la entidad, muchas de ellas, victoriosas.
Su exposición, sustentada en los documentos fundamentales del FSSP, destacó el ascenso revolucionario que se da hoy en América Latina, cuyo instrumento ha sido sobre todo la movilización popular fuera de lo tradicional, al margen de los partidos políticos electoreros y en lucha contra las clases dominantes. Movimientos que rebasan las demandas puramente economicistas y que aspiran a llevar hasta las últimas consecuencias la revolución por la segunda y definitiva independencia de sus pueblos, modalidad que, estiman, es del todo válida para México.
Pusieron énfasis en el tema de los objetivos de la lucha, que deben ser no sólo en defensa de los intereses inmediatos y concretos de las organizaciones populares y obreras, sino que deben destacar la lucha política por la toma del poder, que se le debe arrebatar a la burguesía imperialista que ahora lo detenta. Consideraron que la lucha debe ser unitaria, de la clase trabajadora en su concepción amplia y de todos los sectores populares agraviados por el imperialismo. Plantearon que todas las formas de lucha son válidas, y que a su juicio no ha llegado el momento en el que ya resulte urgente precisar una concreta, como prioritaria, porque por ahora lo más importantes sigue siendo la acumulación de fuerza, en cantidad y calidad, o sea la construcción de un gran frente político y social único.
Declararon que el actual sistema de partidos es nefasto y que, a su juicio, ninguno de los partidos que participan en los procesos electorales ofrece posibilidad alguna para la defensa de los intereses populares, sino que se trata de instrumentos de carácter puramente oportunista.
Destacaron como parte de lo más valioso de sus experiencias, el hecho de que en su seno se expresa la más amplia fraternidad en el trato; el pleno respeto a la autonomía de cada organización; la discusión colectiva de los problemas, de las ideas y de las actividades, y un elevado nivel de responsabilidad en el cumplimiento de las responsabilidades que cada quien asume.
La exposición de los compañeros del FSSP dio pie a preguntas, comentarios y reflexiones de los demás asistentes a la sesión de trabajo, que de nueva cuenta resultó exitosa.

El debate interno del MLN apunta hacia el pleno alcance de los ambiciosos objetivos que le planteó su pasado Consejo Nacional.

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