agosto 03, 2009

Documento del Movimiento Nacional "Aquí Estamos" para los Debates del MLN

Discurso pronunciado por Benito Mirón Lince, en el 4to Aniversario del “MONAE – AQUÍ ESTAMOS”, el 6 de junio de 2009.

Amigas y amigos:
Señoras y señores invitados
Compañeras y compañeros todos


Primero que nada, quiero agradecer la presencia de todos ustedes en este evento, para nosotros muy importante, que marca el cuarto aniversario de nuestra organización “Aquí Estamos”.
De manera muy especial, un reconocimiento a todas y todos aquellos compañeros que vienen desde los diferentes Estados de la República, por el desgaste y esfuerzo que ello significa pero que a la vez nos llena de optimismo y coraje para continuar construyendo nuestros ideales y esperanzas en aras de no ceder en la necesaria necedad de intentar limpiar el camino sobre el cual hoy se conduce a la patria.
Sí, fue hace 4 años, aquí mismo, cuando dijimos “Aquí Estamos”; han pasado muchos días, unos meses y pocos años desde que un grupo de compañeros empezamos a recorrer la República para construir esta nueva organización; nueva como “Aquí Estamos”, pero con muchos años de lucha, experiencias, pesares y sufrimientos de quienes hoy la conforman.
Era un momento especial de nuestra historia reciente aquel junio de 2005, cuando junto con la mayoría de los mexicanos abrigamos la esperanza de caminar por un rumbo distinto al proyecto de los neoliberales, representados en la lucha electoral por el PRI y el PAN.
En ese momento justificamos nuestra existencia como organización empeñándonos en un trabajo a fondo para contribuir al triunfo electoral de nuestro candidato presidencial, hoy Presidente Legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador. Teníamos que trabajar para ello y también para vigilar que después del triunfo el cambio se hiciera realidad; se hizo lo primero, y lo segundo quedó en el aire; debemos reconocer, todos, desde Andrés Manuel López Obrador, hasta el último participante en éstos hechos, que el pueblo cumplió, que éste pueblo no tiene el gobierno que se merece y que sin embargo no fuimos capaces de hacer valer ese triunfo; nuestro pueblo siempre ha cumplido a lo largo de la historia y en los tiempos recientes, cumplió en 1988, en 1994 y en el 2006, y sin embargo la derecha sigue gobernando. Hoy como ayer la tarea es prepararse para ganar, pero la gran tarea es prepararse para hacer efectivo ese triunfo, haciendo valer todas y cada una de las formas de lucha que el pueblo tenga a bien darse, sin dejar de reconocer que un momento importante lo marcan los procesos electorales, pero que deben ser acompañados por los grandes movimientos sociales como parteaguas históricos que señalen el camino por el que hay que transitar hacia lo nuevo, superando conducciones personalistas que siempre terminan privatizando los movimientos y sus aspiraciones, alejándolos de las decisiones colectivas que terminan por marginar a muchos y verdaderos dirigente populares.
Tenemos que preguntarnos ahora.- ¿Que ha pasado en estos 4 años? y la respuesta la encontramos pronto; un avance acelerado del modelo neoliberal y una notoria y preocupante falta de coordinación y trabajo conjunto sobre un mismo objetivo, de las fuerzas progresistas; separación no solo de la izquierda electoral con la social, sino de ellas entre sí; la derecha tiene capacidad y visión para andar junta, la izquierda hasta ahora no.
Más allá de quienes argumentan que el modelo neoliberal se derrumba y que ya mostró su incapacidad con la actual crisis económica mundial y en México, nosotros estamos convencidos que ningún modelo cae por sí mismo, si no se es capaz, no sólo de construir la nueva alternativa, sino de convencer al pueblo de su necesidad y viabilidad; esa es la tarea que también hoy se tiene.
Sí, creemos que el modelo neoliberal ha fracasado en México, pero no para los de mero arriba; ha fracasado para los más, para los todos; para muestra unos cuantos datos:
194,695 personas, que significa el 0.18% de la población del país, detentan recursos en el mercado accionario por 3 billones 827,748 millones de pesos, lo que representa el 31.5% del PIB Nacional (CNBV); un reducido grupo de mexicanos tiene en el extranjero 322,224 millones de dólares, cantidad 277% superior a las reservas de divisas, que son depósitos bancarios, acciones y propiedades principalmente. Crisis? Para quien? de 2001 a 2008, salieron 43,413.8 mdd.; esta cantidad duplica el programa de inversiones de PEMEX para 2009 que es de 19mmdd. (Banco de México); solo en el primer trimestre de este año, empresarios sacaron del país 5 mil 638 mdd. Y sigue; el Banco de México en el mes de abril anuncia que pondría a disposición de la banca comercial y de desarrollo 4 mmdd.; para que sean ofrecidos a las empresas que requieran divisas para cubrir sus pasivos de corto plazo en moneda extranjera; estos 4mmdd., equivalen a una tercera parte de los vencimientos de deuda externa privada de este año que son de 12 mmdd.
Para seguir con la danza de los millones, tenemos que decir que el espurio Calderón, elevó la deuda pública casi en un billón de pesos en 2 años, y en 8 años de panismo la deuda externa se incrementó en 308 mil millones de pesos. Lo del espurio equivale a 12 veces el endeudamiento de Zedillo en sus primeros 2 años. Al final del 2008, la deuda pública total es de 4 billones 333 mil 123.5 millones de pesos, lo que implica un aumento de 28.7% en 24 meses. Ahora cada uno de los 107 millones de mexicanos debemos $40,289 en lugar de los $32,044 al inicio del actual sexenio. (SHCP)
No, no es desde luego necesario preguntarnos a favor de quienes opera esta devastadora política económica neoliberal, cuando sabemos que en lo que va de las dos administraciones panistas, la desocupación ha aumentado en un 150%; más de 951,000 trabajadores quedaron cesantes solo entre junio de 2008 y marzo de 2009. La población ocupada pasó de 43.9 millones en junio-08 a 42.9 en marzo-09. (INEGI), y para tener claro la realidad de la criminal distribución de la riqueza, en contraste con los de arriba, 9 millones de trabajadores ganan hasta un salario mínimo; 18 millones hasta 2; 28 millones hasta 3 salarios mínimos y únicamente 5 millones de ellos perciben más de 5. Además de ello, entre otras injusticias tenemos la desenfrenada alza en los precios de los alimentos; los granos básicos subieron 63% en el último año, los de hortalizas entre 66 y 157%; los productos pecuarios entre 23 y 37% y más y más y más. Pero eso si, los bancos crecieron a niveles históricos de 38% (ABM) y cobran hasta 113.4% anual a tarjetas de crédito (CONDUSEF) duplicando las tasas de interés. Pero no olvidemos que también en 7 meses del 2008, se perdieron 30 mmdp en las Afores dinero de los trabajadores y las administradoras en cambio, ganaron 8 mil 834 millones en comisiones; las pérdidas fueron por inversiones en bolsa y tendrán un efecto directo en el monto de la pensión al momento de la jubilación. Contra eso es contra lo que tenemos que luchar; contra eso hay que organizarnos, unirnos, coordinarnos, todos, todos los que realmente queremos un cambio, dejando a un lado envidias, desviaciones y mezquindades, pero para ello es necesario también reconocer nuestras debilidades no para descalificarnos, sino para corregirnos, hacernos fuertes y poder cumplir con el papel que a cada uno como individuo y como organización nos toque jugar.
Hoy que tenemos para luchar por el cambio?. Todas las condiciones objetivas que se reflejan cada día más en una criminal desigualdad e injusticia social, así como una desmedida concentración de riqueza, supeditando el bienestar de la gente en beneficio del dinero, del lucro, del despilfarro y del gozo de unos cuantos. Por otro lado, en cuanto a las condiciones subjetivas que nos permitan construir el sujeto social capaz de impulsar la transformación que el país requiere, considero que las herramientas no son tan claras; tenemos una izquierda electoral (que habría que preguntarse primero si es izquierda) dividida, indecisa, que privilegia la lucha por los espacios, por los pequeños feudos y más interesada en jugar dentro de las reglas del sistema con el fin principal de conservar sus canonjías e intereses grupales por sobre el relacionamiento y apertura de espacios para su integración con el movimiento social y la lucha por la construcción de una nueva opción para éste México, que no merece lo que hoy está padeciendo; una izquierda electoral que no alcanza, porque tal vez no sea ese su propósito, a distinguirse de manera clara del centro y ni siquiera de la derecha, que termina por dejar al pueblo sin una visión clara de que se trata de votar por proyectos distintos para la Nación, pero además despistada, institucional, que no sabe moverse más que dentro del marco del orden establecido y sin aspiraciones de transformación del sistema y mucho menos revolucionaria, autista, sin reparar, en que el marco institucional, no da para una transformación profunda, revolucionaria, que es lo que se requiere si hablamos de construir un nuevo proyecto de Nación. Pretender lo contrario, es como jugar en cancha ajena, jugar de visitante y querer el apoyo del público. Se tiene que entender cómo se construyen las verdaderas transformaciones de la patria y tener siempre presente 1810-1858-67-1910 y los nombres de los hombres, que ahí y en esas y otras fechas y lugares estuvieron, para ser una generación de mexicanos, seria, luchadora y congruente y no un remedo o caricatura que no merezca ni siquiera un párrafo en un viejo y maltratado libro mal escrito de nuestra historia.
Tenemos también un movimiento urbano, social, campesino y sindical, anémico, anoréxico, que arrastra igualmente algunos de los males que antes mencionamos, un movimiento que quiere pero no puede, que no logra los niveles de claridad y organización que la lucha requiere, a veces por incapacidad, a veces por intereses; débil, sectorizado y que no logra superar los márgenes de la lucha reivindicativa que consume prácticamente todos sus esfuerzos y acostumbrado a permanentes derrotas y mesas de negociación, con mínimos márgenes de beneficio pero con máximos beneficios para la continuidad del modelo económico que queremos combatir.
Es importante dejar claro que lo antes mencionado no es obstáculo para reconocer los importantes y grandes esfuerzos de destacados dirigentes (algunos aquí presentes) y movimientos, por darle una auténtica conducción al esfuerzo por la transformación de la patria, pero en general, no se aterriza en una verdadera coordinación y línea de acción hacia un objetivo común; hasta hoy, el discurso no empata con la realidad, hay que apretar el paso, partiendo de lo que somos, de lo que tenemos, pero con todo el esfuerzo para superarnos y fortalecernos, para eso, para contribuir a ello, “Aquí Estamos”.
En razón de todo lo anterior, consideramos, que como organización, tenemos dos tareas fundamentales que hacer: Una interna y otra hacia afuera, con las organizaciones fraternas y con nuestros aliados. En el primer caso tenemos que ser autocríticos y reflexionar de manera profunda sobre lo que no hemos hecho; estoy convencido que todos podemos dar más, que es necesario trabajar mucho más por fortalecer nuestras instancias regionales, para darle un mayor peso a nivel nacional a nuestra organización; que es muy importante trabajar por la descentralización en la toma de decisiones de la Dirección Nacional, en base al trabajo y fortalecimiento de las instancias estatales, y que nuestros dirigentes de las entidades federativas, procuren enlazar sus luchas entre sí y relacionarlas con lo nacional también; el sostenimiento de un equipo por parte de la Dirección Nacional, que procure de manera permanente mantenerse en contacto con todos los compañeros de los estados y sostener una comunicación oportuna y eficaz que nos permita manejar una línea y un esfuerzo común; tanto nuestros compañeros y compañeras de la Dirección Nacional como de las regionales, debemos aplicarnos mejor en los asuntos del “Aquí Estamos” desde cada lugar donde exista nuestra organización; ver los éxitos y fracasos de la organización como nuestros y los nuestros como de la organización, en conclusión, cerrar filas y sentirnos todos uno mismo.
Hacia afuera tenemos que mostrarnos fuertes, ser fuertes, fraternos y decididos a unirnos al esfuerzo de los demás, de los que buscan los mismos objetivos que nosotros; tenemos que respetar las formas de lucha que cada movimiento elija y no solo ello, sino contribuir a su fortalecimiento mediante el esfuerzo que hagamos en el espacio que a cada uno de nosotros nos toque desempeñar.
Es un hecho, que el país se descompone cada vez más, con el modelo económico y el gobierno que hoy padecemos; que el pueblo de México está acumulando una enorme energía que pronto puede aflorar de muy diversas formas y que llegado el momento requerirá una adecuada conducción que evite el caos y sobre todo que pueda resultar inútil; por ello la necesidad de la unidad, la organización y la coordinación entre las fuerzas progresistas del país.
Los próximos 4 años, pueden marcar una etapa decisiva en el destino de la patria; o las fuerzas de la izquierda cambian el rumbo hacia un nuevo horizonte o la derecha contra viento y marea, a sangre y fuego, consolida su proyecto y México se reafirma como el gran lunar en Latinoamérica y cabeza de los intereses imperialistas, contrariando el gran esfuerzo transformador que hoy invade Latinoamérica.
El “Aquí Estamos” debe trabajar arduamente para, con modestia, con humildad pero con mucha decisión, coraje y en la medida de nuestras posibilidades, contribuir a fortalecer todas las formas de lucha y a todos los movimientos y dirigentes que se esfuerzan por los mismos objetivos, sin pretensiones de protagonismos o disputas por causas menores. Tenemos que estar en y apoyar la lucha electoral, impulsando a los mejores cuadros, sean de la organización que sean y a la vez vigilar junto con todos, el cumplimiento de los principios que le den justificación a esta forma de lucha. Quiérase o no, la coyuntura electoral se ha convertido en un momento importante de movilización del pueblo y el 2012 puede ser otra oportunidad para el avance de la izquierda, si somos capaces de contribuir, no solo al triunfo en las urnas, sino de construir el sujeto social que sea capaz de estar por encima de posiciones personales y de hacer valer el triunfo; estamos en la obligación de ganar, pero también de saber defender e imponer lo ganado. En este escenario, consideramos que cada quien tiene un papel que desempeñar y es fundamental el que le toca al movimiento social, obrero y campesino, que debe ser la base, para impulsar también esas otras acciones que en países como Bolivia, Venezuela, Ecuador, el Salvador, por citar solo algunos, han demostrado no solo su efectividad, sino que el esfuerzo electoral, no tiene futuro si no logra enlazarse y hacer partícipes a estos movimientos. Ahí la importancia estratégica de unir todas las formas de lucha y nuestra convicción de que la movilización de las mayorías, no solo en las urnas sino también en las brechas, los caminos y las calles, haría innecesaria la violencia revolucionaria, e inútil e inviable la perversa y criminal violencia del estado.
Por esas razones y otras más, es que “Aquí Estamos”, seguirá haciendo el llamado a todas las fuerzas, organizaciones y personas progresistas del país, como integrante del Diálogo Nacional y del Movimiento de Liberación Nacional, a impulsar la gran movilización de la toma de la ciudad de México el próximo 4 de diciembre, así como a instalar una mesa nacional, que tenga como primer objetivo, reunirse a discutir juntos el quehacer colectivo en estos tiempos de relevancia para la patria; espacio que permita, además de impulsar los liderazgos actuales de manera conjunta y coordinada, sentar la bases para la construcción de ese liderazgo colectivo que tanta falta nos hace

No me gaste las palabras
Ni cambie el significado
Mire que lo que quiero
Lo tengo bastante claro

Ya no somos inocentes
Ni en la mala ni en la buena
Cada cual en su faena
Porque en esto no hay suplentes

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